El día lunes ocho de mayo salimos desde el parque de Tumbaco a las 2:30 de la madrugada, rumbo a la provincia de Pastaza. Llegamos al hotel ubicado en la ciudad de Puyo, una vez allí nos asignaron nuestras habitaciones, dejamos las maletas y fuimos al restaurante a desayunar. El primer día, nos dirigimos a una comunidad shuar que se llama Lisan Wuasi que significa casa de caña guadua. En la comunidad realizamos algunas actividades, entre estas conocer varias plantas y su uso medicinal, costumbres y tradiciones de la comunidad a través de la danza, la música y juegos. Nos enseñaron a hacer chicha de yuca y nos bridaron. Algunos bailamos y tocamos el tambor. Pudimos realizar algunos juegos ancestrales como el uso de cerbatana y ver una limpia con ortiga. Después, partimos hacia el hotel. Los guías de la agencia de turismo nos dieron indicaciones para alistar nuestros implementos para ir a la Cueva de los Tayos, así que nos fuimos a descansar. Nuestros compañeros Ariel y Miguel se quedaron en la cuidad de Puyo, realizaron otras actividades, nos contaron que fueron a museos, caminatas, viaje en chiva, al mercado, piscina y conocieron las costumbres y tradiciones de este lugar.
Mientras nosotros, nos levantamos muy temprano y salimos hacía Morona Santiago, después de algunas horas, llegamos y descendimos hasta los botes, así que subimos y navegamos por el río Coangos. De esta manera emprendimos la caminata hacia la comunidad. Al llegar, nos recibieron muy bien y con amabilidad, comimos y recargamos nuestros termos con agua. Después de unos minutos, partimos hasta llegar a un puente. Durante toda esta travesía, tuvimos muchas experiencias, los guías shuar nos enseñaron nombres y uso de plantas y nos ayudaron en los tramos difíciles y con mucho lodo. Al caer la tarde, llegamos a nuestro destino, la Cueva de los Tayos. Nos alistábamos para descender con los cascos, las linternas, los guantes y el arnés, bajamos uno por uno. Una vez adentro, caminamos y llegamos al campamento, lo primero que nos sorprendió fue la oscuridad y el ruido de los tayos que nos acompañó toda la noche. Al día siguiente, nos levantamos y fuimos a explorar la cueva, algunos de mis amigos se quedaron en el campamento escuchando leyendas de los guías. Mientras que nosotros caminamos hasta llegar a una cámara que estaba llena de estalagmitas, pudimos visitar y hacer el silencio en el lugar en el que estuvo el primer hombre en pisar la luna, Neil Armstrong. También, conocimos una cascada y nos metimos ahí. Continuamos en la caminata y llegamos a un lugar en el que teníamos que bajar por una escalera y llegamos hasta el anfiteatro, es un lugar impresionante y muy grande, tiene muchas rocas y unas gradas en las que nos sentamos y todos apagamos nuestras linternas e hicimos silencio. Regresamos al campamento y en la noche, compartimos nuestras experiencias y sentimientos. Algunos tenían miedo, incertidumbre, curiosidad, felicidad, pero muchos coincidían que es una experiencia difícil pero llena de anécdotas y aprendizajes. Fuimos a dormir y a prepararnos para la travesía de regreso. Fue bastante fuerte la caminata y hacia mucho sol. Sin embrago, llegamos a la comunidad y pudios tomar agua y comer. Estábamos cerca del río, así que descendimos para llegar a los botes, en el camino de regreso pudimos ver con detenimiento todo lo que estaba a nuestro alrededor, las cascadas y fuentes de agua, aves y personas. Al llegar al bus, todos estábamos cansados, sucios pero felices de haberlo logrado, así que nos quedamos dormidos hasta Macas, en donde comimos y emprendimos el viaje hacia el hotel. Al día siguiente, fuimos a la casa del árbol y a la piscina. Fue muy divertido y algunos compañeros y guías se lanzaron en un columpio, estaba muy alto, pero pudimos vencer el miedo. Es así que, emprendidos el viaje de regreso a casa, pasamos por Baños y algunos compraron recuerdos para llevar a casa. Terminamos nuestra salida de campo con un delicioso helado. Finalmente, llegamos a Tumbaco, en donde nuestros padres y familiares nos esperaban con abrazos y risas y felices de nuestro regreso.